La diferencia entre los radiadores comunes y la calefacción con suelo radiante es bastante significativa en cuanto al aprovechamiento de la energía utilizada, por lo que vamos a explicar las características del sistema que usemos y comprender verdaderamente qué es mejor, el uso de suelo radiante o radiadores.
Si el sistema, además, utiliza una caldera de condensación, el consumo se verá disminuido en gran proporción, en comparación con otro tipo de sistemas, pudiendo llegar hasta un ahorro del 30% en el consumo, lo que también se reflejará en una disminución considerable de la factura energética.
Veamos las mayores diferencias entre el suelo radiante y los radiadores:
Eficiencia del suelo radiante
Uno de los factores que permiten que un sistema de calefacción sea eficiente es la forma en que se distribuye ese calor por la vivienda. Este tipo de instalación permite calentar las habitaciones sin modificar la humedad del ambiente, además de ofrecer el máximo confort calentándose uniformemente desde todos los rincones del hogar, mientras que una instalación de radiadores lo hará por zonas (donde estén situados los mismos) circulando, a partir de ahí, al resto de zonas. Por ello, con el suelo radiante se consumirá menos energía para llegar a la temperatura deseada.
Es recomendable que, para obtener una máxima eficiencia en el sistema, se complemente con una de las mejores opciones de caldera para suelo radiante y ACS, como la caldera de condensación, lo que proporcionará un mayor ahorro energético gracias a los beneficios de este tipo de caldera.
La distribución del calor del suelo radiante vs radiadores
Como hemos comentado, la calefacción de suelo radiante ofrece una distribución uniforme por toda la vivienda, maximizando el confort. Los radiadores, por otro lado, calientan la zona que les rodea, dirigiendo ese aire caliente hacia arriba, y cuando se enfría en la zona del techo, vuelve a bajar para ser calentado otra vez por el radiador. Es por ello por lo que se crean zonas más calientes (más cercanas a los radiadores) y más frías (zonas más alejadas de los mismos).
Con el suelo radiante, al distribuir el calor a través de todo el suelo, permite que la temperatura en la habitación o zona sea uniforme y constante en todos los puntos de la misma.
Estética de la vivienda
Es evidente que la estética de la vivienda cambia bastante con una instalación de suelo radiante, ya que está instalada bajo el suelo. Con ello se deja de lado los espacios ocupados en las paredes por ellos, que podrían ser muy útiles en habitaciones más pequeñas del hogar como en los baños, por ejemplo, para instalar otros muebles u ofrecer nuevas posibilidades en el diseño de las habitaciones.
Ineficiencia en las zonas de radiadores
Como sabemos, en las instalaciones con radiadores, las zonas más alejadas de ellos tardarán más en calentarse, por lo que los radiadores no dejarán de generar calor hasta que la temperatura ambiente en general sea la deseada. En ocasiones, dependiendo del tamaño de la vivienda, el aislamiento, o el sistema de calefacción de la misma, es posible que la zona donde se encuentra el radiador se caliente demasiado intentando calentar el resto de rincones, lo que provocará la necesidad de airear la zona ventilando el lugar, desperdiciando así parte del calor generado por este radiador.
Segmentación de la vivienda con suelo radiante
El suelo radiante es una instalación que maximiza su eficiencia cuando está segmentado por zonas, por ejemplo, por habitaciones. De esta forma al instalar un termostato en cada segmento, la calefacción se proporcionará cuando lo requiera la habitación o el lugar, necesitando así una menor cantidad de energía que demandando una temperatura con solo un termostato general en toda la vivienda.
Con ello se asegurará una correcta unificación en la temperatura deseada del hogar.
¿Conviene cambiar la instalación a una de suelo radiante?
Actualmente, aunque esta sea una de las opciones más eficientes del mercado, existen diversos tipos de calderas que permiten una mayor eficiencia en tu sistema, como el caso de las calderas de condensación, o que permiten incluso adaptarse a energías renovables y ahorrar en el consumo además de ayudar al medioambiente.
Además, también existen opciones como los radiadores de baja temperatura, que funcionan con agua precalentada en un depósito, lo que ayuda a obtener un bajo consumo y emiten calor de forma diferente.
No obstante, el suelo radiante no deja de ser una opción muy recomendable, sobre todo en viviendas de nueva construcción o donde se vaya a realizar una gran reforma (ya que para la instalación se requiere levantar el suelo
Esta instalación, aunque en principio el desembolso es mayor que con radiadores, su uso proporcionará un ahorro rápido y continuo en cuanto a consumo energético, pudiéndose amortizar la instalación en dos años, aproximadamente.
Uno de los factores que puede determinar si podríamos usar el suelo radiante como único sistema de calor, es hacer un análisis de la pérdida de calor de la zona donde vaya a instalarse, ya que un mal aislamiento del lugar, provocaría que este sistema no proporcione la eficiencia correcta.
En Warmhaus, como especialistas en calderas de condensación, recomendamos una instalación donde se combine un suelo radiante por agua con una caldera de condensación, que permitirá maximizar la eficiencia en la temperatura y confort de su hogar. Si está en proceso de cambiar su sistema de calefacción y necesita más información, no dude en contactar con nosotros, estaremos encantados de ayudarle.