Hoy en día, el ritmo de las energías renovables no cesa, pudiéndose apreciar cada año con más fuerza una verdadera transición energética hacia este tipo de energías más limpias y cuidadosas con el medio ambiente. Y esto se traslada a las viviendas, donde encontramos diversas formas en las que aprovechar la energía renovable en casa.
Ya en el año 2020 se superó el récord de generación de energía renovable, donde en algunos meses superó a las demás energías, y pudimos observar al acabar el año que casi supuso la mitad de energía total generada del país.
En 2021 han seguido superándose récords, ya que, según datos de Red Eléctrica, las renovables ya suponen la mitad de la producción energética total hasta el momento. Esto sin duda acelera la consecución de los objetivos europeos sobre sostenibilidad y medioambiente, y fija un buen rumbo hacia la meta, en un futuro no muy lejano, de conseguir que la producción total de energía en el país sea de origen renovable.
Todo ello también se ve reflejado en las modificaciones normativas, o en las ayudas y subvenciones que establecen las CC.AA. para impulsar este tipo de energía en la ciudadanía, que supone un mayor ahorro económico y mayor cuidado del medio ambiente.
Beneficios de usar energía renovable en casa
Uno de los beneficios que tiene usar estas energías en la red interna de la vivienda, es la opción de contar con un hogar que contribuya a reducir la contaminación del medio ambiente, lo que repercutirá a la larga (con la propagación de estos sistemas) en poder tener una mejor salud, además de frenar los efectos del cambio climático.
Por otro lado, y lo que más notaremos individualmente, es el gran ahorro que supone en la factura energética, ya que gracias al origen de estas energías y la eficiencia de los sistemas que veremos a continuación, se puede reducir en gran cantidad el consumo energético de la vivienda.
Tipos de sistemas de energía renovable
Placas solares fotovoltaicas
Tenemos la suerte de estar en un país con una media de horas de radiación solar muy elevadas, y la podemos aprovechar para abastecer de energía limpia a nuestros hogares, siendo la única energía que puede permitirnos llegar al autoconsumo energético, o reducir en gran medida la factura de la luz.
Un sistema básico de placas fotovoltaicas puede llegar a ahorrar más de un 70% de la factura eléctrica, y si hace años su inconveniente era los altos costes de instalación, actualmente se han visto muy reducidos gracias a los avances tecnológicos. Además, esta energía es adaptable a uno de los sistemas más eficientes del mercado como son las calderas de condensación, pudiendo maximizar así tanto el ahorro como la eficiencia del sistema.
Placas solares térmicas
Aunque a veces es confundida con la anterior, su parecido está en que ambas usan la radiación solar en su funcionamiento, sin embargo, la energía solar térmica se usa únicamente para el sistema de agua caliente sanitaria (ACS), ya que todavía no existen sistemas que generen electricidad con esta tecnología.
Son unas placas por las que circula un líquido que, estando expuesto a la radiación del sol, se calienta y distribuye para ofrecer el ACS.
Este sistema puede aportarnos una reducción considerable de la factura energética, llegando a suponer un ahorro de hasta un 70%. Actualmente, todos los edificios de viviendas de nueva construcción tienen la obligación de contar con estas placas solares, pudiendo contar así con una energía renovable en casa de cada vecino.
Geotermia
Son sistemas que aprovechan la temperatura contenida en el subsuelo, disminuyendo la energía necesaria para la calefacción o la generación de agua caliente en la vivienda.
En condiciones normales, en cualquier parte entre los 10 y los 20 m del subsuelo, se mantiene la misma temperatura. Esto permite una gran eficiencia, ya que le aporta una energía y temperatura constantes que ayudarán a optimizar el sistema.
Cabe destacar que realizar la instalación geotérmica en un proyecto de obra nueva sería lo ideal, ya que realizarla en viviendas ya construidas será más complejo y costoso.
Biomasa
La biomasa es una de las energías renovables que más ahorro supone en la factura energética, ya que puede llegar a suponer una reducción de más del 70% del consumo.
Es un sistema cada vez más utilizado, en concreto las calderas de biomasa, que utilizan como fuente de energía materia orgánica, como desechos de origen animal o vegetal, aprovechando el gran poder calorífico que proporciona su combustión para proporcionar calefacción y agua caliente sanitaria, lo que le permite ser un sistema sostenible de gran eficiencia.
Para instalar este tipo de sistema, habrá que tener en cuenta que el sistema necesita un acumulador para poder almacenar la biomasa, por lo que se deberá guardar un espacio para ello en la vivienda.
Estos sistemas suelen ser una buena opción en viviendas unifamiliares, ya que requieren de una salida de humos y los bloques de viviendas no suelen disponer de él, al igual que la instalación será más sencilla si se instala en una vivienda de nueva construcción, al evitar las obras necesarias para su instalación.
Minieólica
Esta energía utiliza pequeños aerogeneradores de energía que convierten cuando reciben la fuerza del viento, por lo que es un método bastante útil en zonas altas o donde sople constantemente el viento.
Una pequeña turbina de este tipo genera lo esencial para una vivienda con un bajo consumo de energía.
Antes de instalar este tipo de sistema, habrá que comprobar que la zona o vivienda donde se vaya a colocar se sitúa en un clima donde sople a menudo el viento, para ver si compensará el coste de la instalación. Además, también se deberá tener en cuenta que sea un lugar despejado, donde no se rodee de espacios que bloqueen el viento (por ejemplo, un tejado rodeado de edificios de gran altura).
Otra de las energías que utiliza la misma fuente es la aerotermia, que utiliza las corrientes de aire para calentar el agua. Funciona con una bomba de calor, y habrá que tener en cuenta que son recomendables en zonas que no sean muy frías, ya que cuando la temperatura exterior es fría, utiliza parte de la energía para calentar el propio sistema, provocando una disminución de su eficiencia.
Hay que tener en cuenta que cada vivienda es única, así como el entorno que la rodea, por ello desde Warmhaus, como especialistas en calderas de máxima eficiencia, recomendamos contactar con especialistas en integración de energía renovable en la casa para asegurarnos de tener un buen proyecto de viabilidad, y la mejor opción personalizada para nuestra vivienda.